Leche Corporal Hidratante Calmante 24 H

La nutrición y la hidratación son dos elementos esenciales para mantener una piel sana y confortable. ¿Te parece obvio, pero no sabes distinguir entre estas dos necesidades? Sigue nuestra guía para entender la diferencia entre nutrición e hidratación y encontrar una respuesta específica a las necesidades de tu piel... Descubraartículo

La piel del cuerpo está sometida al roce repetido de la ropa. Por ello, suele ser más gruesa, seca y deshidratada que la piel del rostro. Para tener una piel suave y confortable, hay que cuidar el cuerpo todos los días - La rutina corporal básica es la limpieza. Una o dos veces por semana, utiliza un exfoliante corporal, insistiendo en las zonas más gruesas, para eliminar las células muertas y suavizar la piel. - Aplica diariamente un producto de cuidado corporal adaptado a las necesidades de tu piel: un producto rico y nutritivo para la piel seca e incómoda, un producto hidratante para la piel que se siente ligeramente tirante. Algunas zonas específicas (zonas expuestas al sol, axilas, manos, pies, etc.) también requieren una atención especial: protección solar, desodorante, cuidado de las manos, cuidado de los pies.

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Está constantemente expuesta a agresiones externas como el sol, el viento, la contaminación, el roce con la ropa y los cambios de temperatura. Por eso es importante aplicar una crema corporal especial que ayude a mantener un buen nivel de hidratación. Cada aplicación refuerza la barrera natural de la piel, haciéndola más fuerte. Una crema corporal aporta a la piel los nutrientes que necesita para mantenerse joven, suave y radiante. Con una crema corporal, puedes: Evitar que la piel se reseque.

Mejorar la flexibilidad de la piel.

Restaurar zonas muy secas como rodillas y codos.

Suavizar los callos.

Reducir el riesgo de picores causados por la sequedad cutánea.

Olvídese del aspecto de "piel de cocodrilo" de la piel seca.

Aplicarse una crema corporal también es una oportunidad para regalarse una pausa de tratamiento rejuvenecedor. Estos minutos dedicados a su bienestar son una forma fácil de relajarse.

Lo más importante que puedes hacer para hidratar tu cuerpo es beber suficiente agua cada día (al menos entre 1,5 y 2 litros). A continuación, elige un producto de cuidado corporal hidratante con un aroma y una textura que te gusten especialmente. Esto hará que quieras usarlo todos los días. Leche, aceite, crema, bálsamo... tú eliges.