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El sérum: ¿antes o después de la crema? Te lo contamos todo.

Si la crema ya forma parte de tu rutina de belleza, es posible que a veces te cueste entender la utilidad de los demás productos y en qué orden utilizarlos, especialmente el sérum. Y sin embargo, el sérum es uno de los básicos de la rutina de belleza junto con la crema de día. Entonces, el sérum, ¿va antes o después de la crema? Te explicamos la diferencia entre estos dos productos y cómo utilizarlos juntos.

Sérum y crema: ¿en qué se diferencian?

El sérum es la primera acción de tratamiento que le proporcionamos a la piel, y que se dirigirá a una necesidad específica. Gracias a su alta concentración en principios activos, trata de forma específica un problema concreto. Para ser utilizado en menor cantidad, completa la acción de la crema. Por lo tanto, su aplicación antecede a la de la crema de día o de noche.

Se diferencia de la crema por su textura fina y ligera, lo que favorece que la piel lo absorba muy rápidamente, preparándola para recibir los siguientes tratamientos. La crema, en cambio, consiste en una mezcla equilibrada de agua y aceite (también conocida como emulsión) que proporciona a la piel todo el confort que necesita a diario y la ayuda a protegerse de las agresiones externas.

¿A qué edad debo empezar a utilizar un sérum?

No hay una edad específica para utilizar un sérum y es muy posible integrar un sérum en la rutina a partir de los 20 años. Solo tienes que escuchar a tu piel y elegir el sérum en función de tus necesidades. Por ejemplo, puedes empezar con un sérum hidratante y pasar a los sérums antiedad más adelante.

¿Cómo elegir el sérum?

Los sérums presentan una gran variedad de texturas (sérum acuoso, sérum oleoso, emulsiones ultraligeras…) y pueden tener una acción específica sobre diferentes problemas. Lo importante es elegir el sérum en función de tus preferencias y, sobre todo, de las necesidades de tu piel, que pueden variar según la edad, las estaciones, tu estilo de vida…

Para las pieles más sedientas, opta por un sérum hidratante como el Sérum Hidratante Crème Fraîche® de Beauté. Para combatir las pequeñas imperfecciones, reducir los poros y contrarrestar los efectos de la vida activa en la piel, elige el Concentrado preparador energizante Crème Prodigieuse® Boost.

Para las pieles en busca de firmeza y un efecto lifting, opta por el Sérum lift-tensor Merveillance® Expert, para aquellas con necesidades redensificantes y regenerantes, elige el Sérum Nuxuriance® Ultra y, por último, para aquellas que deseen nutrir y reavivar la luminosidad de la piel seca y fragilizada por la edad, el Sérum Nutri-Revitalizante Nuxuriance® Gold es la solución.

Y, por último, el must de los sérums antiedad: el Super Serum [10], un verdadero concentrado antiedad universal con ácido hialurónico natural y micro-bolitas de aceites vegetales fraccionados, que permite a la piel funcionar como si tuviera 10 años menos*.

Y para los fans de lo bio, el Sérum antioxidante con certificación bio NUXE BIO ayuda a preservar la juventud de la piel y a reforzar su luminosidad.

¡A cada piel su sérum!

¿Qué sérum se ajusta a mi tono de piel?

Todos los sérums de NUXE han sido concebidos y desarrollados para todos los tipos y tonos de piel, por lo que puedes utilizar cualquiera de nuestros sérums en tus rutinas independientemente de tu tono de piel.

¿Cómo aplicar correctamente el sérum y la crema?

Uno no sustituye al otro, ya que tienen una acción complementaria, por lo que hay que combinar los dos en la rutina de belleza diaria, aplicando el sérum antes de la crema: preferiblemente por la mañana y por la noche para una acción y unos resultados reforzados.
En cuanto a la dosificación, el sérum tiene una textura más fluida que se extiende más fácilmente, el equivalente a un grano de café será suficiente, mientras que para la crema, con una textura más cremosa, bastará con una avellana de crema.
El sérum se aplica en todo el rostro, al igual que la crema de día, sobre la piel limpia y seca. Puedes utilizarlo después de haber preparado tu piel con una loción tónica o una esencia, por ejemplo, evitando el contorno de los ojos, para el que existen cuidados específicos para las necesidades de esta frágil zona.
No es obligatorio aplicar el mismo sérum por la mañana y por la noche, aunque por supuesto es posible, y puedes optar, por ejemplo, por aplicar un sérum hidratante por la mañana para aportar a la piel una buena dosis de hidratación o un sérum antioxidante para protegerla de las agresiones diarias, y luego utilizar un sérum oleoso como nuestro Aceite de Noche Fundamental Nutri-regenerante NUXE BIO por la noche, ya que la textura oleosa aporta nutrición, permitiendo que la piel se regenere. La ventaja del sérum oleoso: puedes utilizarlo solo o antes de tu crema.

Nuestro consejo: utiliza un rodillo de masaje de piedra de jade, ideal para favorecer la penetración del sérum, estimular la microcirculación cutánea y relajar los músculos del rostro.

Te contamos más sobre los beneficios del rodillo de jade para la piel.

*Prueba in vitro.



NUXE

NUXE

Escritora y Experta