No siempre es fácil mantener el buen humor, sobre todo cuando la vida cotidiana nos pone a prueba. Si sientes que se te escapa el buen humor, sigue nuestros sencillos pero eficaces consejos para empezar de nuevo.
Inspira... Espira
¿Sientes que aumenta tu nivel de ansiedad? Entonces prueba la coherencia cardíaca. La técnica: inspire lenta y profundamente por la nariz, contando hasta cinco, y luego espire con la misma lentitud, esta vez por la boca, pero contando hasta cinco. Si se repite durante tres a cinco minutos, esta técnica respiratoria es muy eficaz para regular el ritmo cardíaco y reducir la presión. La meditación también puede ser un gran aliado diario para ayudar a despejar la mente: muchas aplicaciones ofrecen una guía paso a paso.
Recuerde desconectar
Smartphones, tabletas, ordenadores... son herramientas inestimables para estar al día de las noticias y mantener el contacto con los seres queridos, pero también tienen la capacidad de volvernos adictos y, a veces, ¡hasta nerviosos! ¿Por qué no dedicar al menos una hora diaria a la desintoxicación digital? El objetivo es desconectar y dar un respiro a los ojos y la mente. Durante este tiempo de "desconexión", practica una actividad relajante, preferiblemente sin pantalla: un rompecabezas, colorear o simplemente un buen libro, aunque sólo tengas tiempo de leer unas pocas páginas.
Muévete... ¡y duerme!
El deporte no tiene rival para levantar el ánimo gracias a la liberación de endorfinas, más conocidas como las "hormonas del placer". La actividad física regular (yoga, fitness, gimnasia, etc.) es un medio esencial para aliviar el estrés. El deporte también tiene la ventaja de ayudar a conciliar el sueño y mejorar el descanso. Y dormir bien es esencial para gestionar bien las emociones.
Mimarse
Dedicarse tiempo a uno mismo es esencial para el bienestar: ¡no subestimemos los beneficios de una pausa cocooning! Un exfoliante, una mascarilla: estos pequeños placeres de belleza son tan beneficiosos para la piel como para la moral. Una vez a la semana, regálate un baño caliente (entre 34 °C y 38 °C) durante veinte minutos de relajación, acompañado de unas velas y una lista de reproducción que te haga sentir bien. Al salir, tómate tu tiempo para masajearte de pies a cabeza con tu crema o aceite corporal preferido. El poder tranquilizador del tacto y el aroma de tus productos favoritos para el cuidado de la piel: no hay nada como eso para poner una sonrisa en tu cara.
Slow life = Vivir despacio
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.