El Aceite de Argán

El activo reparador para la piel y el cabello.

¿Cuál es su historia?
El Argán, con miles de años de antigüedad, también recibe el nombre de «árbol de hierro» en referencia a su durísima madera. Es precisamente en su nuez, de la que se extrae el aceite, donde esconde su fuerza y su riqueza. Originario del suroeste de Marruecos, el Argán florece en las zonas áridas.

Sus propiedades tradicionales
Utilizado desde hace siglos por los bereberes del Atlas, el Aceite de Argán es también muy apreciado por sus propiedades culinarias, como terapéuticas y cosméticas. Es conocido principalmente por sus propiedades para nutrir, fortificar y reparar la piel, así como por su eficacia en el cabello.

La especialización NUXE
NUXE ha seleccionado el Aceite de Argán producto de una primera presión en frío que permite obtener el aceite de la mayor calidad posible y particularmente rico en ácidos grasos, en especial omega 6. Intensamente reparador, preserva la película hidrolipídica, evita la sequedad de la piel y devuelve el brillo a los cabellos secos.

Nuestra iniciativa eco-responsable
NUXE utiliza el Argán de Marruecos procedente de la agricultura ecológica, garantizado no OGM y cultivado sin pesticidas, herbicidas ni abonos químicos. El Aceite de Argán obtenido se produce mediante una simple presión en frío de la semilla, un procedimiento verde que no emplea disolventes ni productos químicos.

Su tratamiento asociado
Encontramos el Aceite de Argán en todos los Huile Prodigieuse®: Huile Prodigieuse®, Huile Prodigieuse® Florale, Huile Prodigieuse® Riche y Huile Prodigieuse® Or, así como en Prodigieux® Leche Perfumada.

Asimismo, lo encontramos en numerosos tratamientos de la colección Rêve de Miel, como el Bálsamo Facial Ultra-Reconfortante Rêve de Miel, el Bálsamo-Aceite Corporal Fundente con Miel Rêve de Miel, el Exfoliante Delicioso Nutritivo Cuerpo Rêve de Miel, la Crema de Manos y Uñas Rêve de Miel y el Stick Labios Hidratante Rêve de Miel.