Exfoliantes, purificantes, detoxificantes o hidratantes: las mascarillas se han convertido en una parte esencial de nuestras rutinas de belleza. Las hay para cada tipo de piel y cada necesidad específica.
¿Por qué es recomendable aplicar mascarillas?
- Si se aplica en capa espesa y se deja actuar sobre la piel, favorece una mejor absorción de los activos y, por tanto, unos resultados más intensos e inmediatamente visibles.
- Gracias a los activos que contiene, puede responder y actuar de forma específica sobre una necesidad concreta de la piel.
- Por último, más que un simple gesto de belleza, procura un auténtico momento de relajación y bienestar, propicio para disfrutar de todos sus beneficios.
¿Cuáles son los diferentes tipos de mascarillas?
- Las mascarillas hidratantes colman la dermis de agua al tiempo que refuerzan la barrera cutánea para limitar su pérdida y dejar la piel con una sensación de confort y sin sensaciones de tirantez
- Las mascarillas exfoliantes eliminan las células muertas que se han acumulado en la superficie de la piel y unifican la textura de la misma, a la vez que aportan suavidad y confort.
- Las mascarillas purificantes ayudan a eliminar el exceso de sebo, responsable de los brillos, y a desincrustar los poros para proporcionar a la piel un aspecto visiblemente más liso.
- Las mascarillas detoxificantes limpian la piel en profundidad para liberarla de todas las impurezas que apagan la tez, permitiéndole recuperar su vitalidad y luminosidad.